Estas pensando en alquilar un piso, vas a independizarte por
primera vez y no sabes por dónde empezar. Hoy vamos a darte unos consejos para
que tu periodo en este trámite sea lo más corto posible.
Marcarse un
presupuesto realista.
Antes de empezar a buscar, piensa de cuánto dinero dispones
para gastarte en una vivienda. Por mucho que te guste un inmueble si se sale de
tu presupuesto solo te habrás hecho ilusiones en vano.
Nosotros te recomendamos no superar la cuota de alquiler en un 40%de
los ingresos mensuales que dispones, es decir, que suponiendo que dispongas de
unos ingresos de 1200 euros al mes, te recomendamos no gastarte en
un alquiler más de 480 euros.
Comienza tu búsqueda por
zonas
Una vez fijado el presupuesto, tienes que comenzar a ver
diferentes opciones que se adapten a tus necesidades para realizar una “búsqueda
eficiente”.
Para reducir el tiempo de búsqueda, lo mejor que puedes
hacer es fijar tres zonas por orden de
prioridad en las que te gustaría vivir y a partir de aquí comienza tu filtro.
Realiza tu búsqueda primero por zonas y después vuelve a
filtrar por precio (100 euros por debajo de tu presupuesto y tú presupuesto
máximo) y por necesidades (metros,
dormitorios, terraza….)
Después de “filtrar” revisa todos los resultados y
selecciona un máximo de tres inmuebles por zona (lo que supondría una selección
de 9 inmuebles como máximo).
Concierta citas
Ya tienes nueve inmuebles que te gustan, llega el momento de
llamar para concretar citas. A la hora de realizar llamadas y fijar citas has
de organizarlas por zonas. Es decir, tu objetivo es visitar todos los inmuebles
en tres días. Por tanto cada día has de visitar tres inmuebles, para esto
tienes que concertar las citas seguidas
(con una hora de diferencia cada una).
Visita las viviendas
En una mista tarde (o
mañana) tienes que ver tres casas, no te desesperes, solo es cuestión de
organización.
Es muy importante concretar absolutamente todo en una sola
visita. Para ello lo mejor que puedes hacer es apuntar algunas preguntas que te
resultan importantes y que no se te puede olvidar hacer a los propietarios.
Un ejemplo de preguntas podría ser:
¿Está incluida la comunidad?
¿Qué tipo de calefacción tiene?
¿Tendría opción de disponer de plaza de garaje?
¿En caso de que se estropeara algún electrodoméstico lo
repondría el casero?
¿Incluye los muebles?
Cuando estés visitando la vivienda, haz tantas preguntas
como necesites y no te dejes nada en el tintero. Una vez finalices la visita y
antes de que empiece la siguiente tómate tu tiempo y apunta cuales son los
puntos fuertes y los débiles de la casa, así como la impresión que te ha
causado el casero.
Por triste que parezca la primera impresión cuenta mucho en
la actualidad, y el que tiene la última palabra es el arrendador. Por eso, para
realizar las visitas a los inmuebles has de mostrar tu mejor yo a los
arrendadores. Tienes que transmitir confianza y seriedad, por lo que te
recomendamos que te arregles como si fueras a acudir a una entrevista de
trabajo.
Decide rápido
No puedes tardar una semana en decidirte. En cuanto acabes
las visitas por zonas selecciona un inmueble de cada zona para así reducir el
número de opciones disponibles.
Cuando ya hayas visitado todos los inmuebles solo te quedarán
tres para elegir. Revisa los pros y los contras de cada uno de ellos y decídete por uno.
¡Ya tienes casa!